martes, 16 de junio de 2015

Alejandro Magno

Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (griego: Μέγας Αλέξανδρος, romanizaciónMégas Aléxandros);[1](Pella20 o 21 de julio de 356 a. C.[2] [3] – Babilonia10 o 13 de junio, de 323 a. C.),[4] fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte. Hijo y sucesor de Filipo II de Macedonia y Olimpia de Epiro. Filipo lo había preparado para reinar, proporcionándole una experiencia militar y encomendando a Aristóteles su formación intelectual. Alejandro Magno dedicó los primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo para rebelarse. Y enseguida —en el 334 a. C.— lanzó a su ejército contra el poderoso y extenso Imperio Persa, continuando así la empresa que su padre había iniciado poco antes de morir: una guerra de venganza de los griegos —bajo el liderazgo de Macedonia— contra los persas.[5]
En su reinado de 13 años, cambió por completo la estructura política y cultural de la zona al conquistar el Imperio aqueménida y dar inicio a una época de extraordinario intercambio cultural, en la que los griegos se expandieron por los ámbitos mediterráneo y próximoriental. Es el llamado Período helenístico (323–30 a. C.) Tanto es así, que sus hazañas lo han convertido en un mito y, en algunos momentos, en casi una figura divina, posiblemente por la profunda religiosidad que manifestó a lo largo de su vida.[6]
Tras consolidar la frontera de los Balcanes y la hegemonía macedonia sobre las ciudades-estado de la antigua Grecia, poniendo fin a la rebelión que se produjo tras la muerte de su padre, Alejandro cruzó el Helesponto hacia Asia Menor (334 a. C.) y comenzó la conquista del Imperio Persa, regido por Darío III. Victorioso en las batallas de Gránico (334), Issos (333), Gaugamela (331) y de la Puerta Persa (330), se hizo con un dominio que se extendía por la Hélade, Egipto, Anatolia, Oriente Próximo y Asia Central hasta los ríos Indo y Oxus. Habiendo avanzado hasta la India, donde derrotó al rey Poro en la batalla del Hidaspes (326), la negativa de sus tropas a continuar hacia Oriente le obligó a retornar a Babilonia, donde falleció sin completar sus planes de conquista de la península arábica. Con la llamada "política de fusión", Alejandro promovió la integración de los pueblos sometidos a la dominación macedonia promoviendo su incorporación al ejército y favoreciendo los matrimonios mixtos. Él mismo se casó con dos mujeres persas de noble cuna.

Pinturas griegas

Con anterioridad a la formación el enriqe se agarra al de inglesdel arte griego hubo en territorios de la antigua Grecia un arte que se ha llamado prehelénico, conservadas tan sólo en ruinas de edificios de la época y sobre estuco, representando paisajes, acciones guerreras y ceremonias cortesanas o religiosas cuyas figuras aunque imperfectas revelan notable expresión y vida. En las decoraciones de vasijas se presenta raras veces la figura humana y siempre estilizada y de escasos detalles.
En cuanto a la pintura griega, el conocimiento de sus artistas se debe casi por entero a los antiguos historiadores, pues no se conserva de ella ni un solo cuadro ni se conoce obra alguna de los famosos ZeuxisParrasio y Apeles, considerados desde la antigüedad los pintores por antonomasia. Las obras pictóricas griegas que al presente se conocen y conservan consisten únicamente en decoraciones de ánforas y de otras elegantes vasijas salvo algunos mosaicos de pavimento y placas de arcilla pintadas y sin contar las obras de pintura romana en que intervino mano griega. Consta, no obstante, que los griegos pintaron cuadros excelentes, por lo menos murales (cuyas copias pueden ser algunas decoraciones de las grandes ánforas de lujo) y que emplearon los procedimientos al fresco, al encausto, al temple y quizás al óleo. Los asuntos representados en tales pinturas, a juzgar por lo que se observa en las mencionadas vasijas, fueron escenas de la vida humana y tradiciones o leyendas mitológicas y heroicas.

Tumba De Tutankamon

La tumba KV62, situada en el Valle de los Reyes (Egipto), es una tumba real egipcia. Fue descubierta en 1922 por Howard Carter bajo los restos de las viviendas de los trabajadores de la época ramésida, lo que la salvó de los saqueos de ese periodo. Como dato curioso, Carter consiguió fotografiar algunas ofrendas florales que se desintegraron al tocarlas.
La tumba consta de cuatro salas y estaba llena de objetos, pero en desorden. Debido a su estado y a al método meticuloso de estudio de Carter, se tardó ocho años en vaciarla y trasladar al Museo Egipcio de El Cairo todo lo encontrado, más de 5.000 piezas, incluida la máscara funeraria de Tutankamón de oro macizo.
Se dice a menudo que la tumba de Tutankamón nunca fue violada, pero esto no es exacto. De hecho lo fue por lo menos dos veces no mucho después del entierro: hay evidencias de que en las puertas selladas se practicó una abertura en las esquinas superiores, que fue precintada de nuevo más adelante. Se ha estimado que el 60% de las joyas depositadas en la llamada "Tesorería" fueron robadas, y que los funcionarios de la necrópolis embalaron las que se salvaron de forma precipitada.[1] Las puertas exteriores de las capillas, que incluían los ataúdes jerarquizados del rey, se dejaron abiertas y sin sellar.
Parece ser que, tras uno de los robos, algunos artículos de la KV62 se depositaron en la KV54.

Leon Alado

Las estatuas colosales de leones alados del Palacio de Assurnasirpal II en Nimrud protegían el palacio contra fuerzas demoníacas. Ahora protegen las entradas a las galerías dedicadas al Próximo Oriente Antiguo, otro de los fuertes del Museo Británico.
Estas excepcionales figuras llamadas lamassu en su idioma original son tan impresionantes que todo el mundo quiere hacerse fotografías con ellas. El lamassu es una criatura legendaria, que posee cabeza de hombre, cuerpo de león y alas de águila y que guardaba los templos generalmente en parejas. Estas figuras tienen, además, 5 patas, de forma que se las pueda ver desde frente y de perfil con las mismas características.

Pinturas rupestres en nerja

La Cueva de Nerja constituye uno de los yacimientos más ricos del sur peninsular en manifestaciones artísticas prehistóricas, ya que cuenta con 589 motivos agrupados en 321 grupos pictóricos y grabados parietales catalogados en dos grandes conjuntos, el Paleolítico Superior y la Prehistoria Reciente. El arte rupestre de la cavidad no puede ser visitado por el público por motivos de conservación. 
La distribución de este rico patrimonio pictórico se extiende desde la entrada hasta  aproximadamente la mitad del desarrollo longitudinal del cavernamiento, que alcanza 4.823 metros. Los artistas prehistóricos utilizaron con más profusión las Galerías Turísticas aunque existen relevantes representaciones en las Galerías Altas. 
El Arte Paleolítico puede agruparse en dos grandes conjuntos adscritos por razones de estilo y, en algún caso, por cronología absoluta, al Solutrense y al Magdaleniense. El primero abarcaría una cronología entre los 20.000 y 16.000 años antes del presente. La fecha de 19.900 años marca el inicio de esta primera etapa pictórica, según una datación (14C-AMS) efectuada sobre un fragmento de carbón utilizado para pintar un ciervo ubicado en las Galerías Altas. El segundo conjunto podría estar localizado alrededor de 12.000 años antes del presente.
La técnica artística más frecuente en la cavidad es la pintura, con un registro de colorantes que va del rojo al negro, siendo sobre todo el primero el que muestra la mayor variedad de tonos. Los métodos de aplicación fueron de tipo indirecto, con dedos, lápiz e incluso pincel.
Entre las especies de animales representadas se encuentran caballos, ciervos, cabras, focas y aves, acompañados por un importante lote de signos (puntos, líneas...).
Las manifestaciones rupestres adscritas a episodios de la Prehistoria Reciente muestran una acusada diversidad técnica y de estilos agrupados en cuatro bloques: pintura esquemática Típica, grabados esquemáticos, ‘Pintura negra tipo La Pileta’ y un conjunto de ‘Cazoletas’, a los que quizás habría que añadir algunas de las manifestaciones sobre soporte cerámico encontradas en la cavidad.
El primer grupo se dispone en el monumento a base de figuras humanas esquemáticas realizadas en rojo, con una fuerte vinculación a rituales funerarios, en función a las correlaciones detectadas en otras estaciones arqueológicas y su coincidencia en el tiempo con el apogeo del uso de la cavidad como necrópolis.  
Los grabados esquemáticos bitriangulares, adscritos al Calcolítico por su parecido con los confeccionados en soporte cerámico durante esta época, podrían corresponder a posibles representaciones de deidades femeninas. 
Existe un conjunto de motivos en negro similares a los encontrados en otros yacimientos, que pertenecen a lo que ha venido en denominarse ‘Pintura negra tipo La Pileta’, fechadas en torno al final del III milenio a.C. Otras manifestaciones simbólicas de esta época son las realizadas sobre cerámica, entre las que destaca un torso humano.  
Por último, el conjunto de ‘Cazoletas’ corresponde a un bloque de elementos muy singulares, erosiones circulares que horadan columnas u otros espeleotemas empleando la técnica de piqueteado. Su adscripción prehistórica queda determinada por un ejemplar cubierto por sedimentos del Calcolítico.